Hijos, pantallas y desarrollo, un tema recurrente durante un tiempo, o, al menos, eso parece.
En la era digital en la que vivimos, las pantallas se han convertido en una presencia constante en nuestras vidas. Desde los teléfonos móviles hasta las tablets y los ordenadores, estas tecnologías han venido para quedarse y todos las utilizamos para todo, tanto para trabajar como para entretenernos. Sin embargo, en el caso de los niños, una sobreexposición o un uso inadecuado de las pantallas puede tener un impacto negativo en su desarrollo.
Aunque en los estudio científicos hay resultados en ambas direcciones, lo cierto es que, es difícil cuidar las variables y las situaciones que convierten las pantallas en positivas, por lo que las pautas generales son que cuanto menos se exponga a los menores de 5 años (y debería continuar la precaución en adelante, adultos incluidos), mejor. Además, porque uno de los mayores problemas ya no es lo que hacen las pantallas, sino lo que dejan de hacer los niños mientras están postrados viendo esas pantallas. Dejan de interactuar con el entorno, de tener relaciones sociales de las que aprenden a comunicarse, dejan de moverse, con lo importante que es el movimiento en el desarrollo cognitivo y físico y dejan la concentración a algo externo, cuando lo ideal sería conseguir la motivación de forma interna.
¿Qué problemas puede conllevar?
El uso excesivo o la exposición temprana a pantallas se asocia con atención deficiente, falta de control de la conducta, retraso del lenguaje y déficit en la función ejecutiva. También se ha informado que el uso excesivo de pantallas produce cambios neuroanatómicos relacionados con una menor empatía y un control de los impulsos y un procesamiento emocional deficientes (1). En palabras un poco menos técnicas:
- Desarrollo cognitivo limitado:
El uso excesivo de pantallas en niños pequeños puede afectar su desarrollo cognitivo. Los estudios han demostrado que el cerebro de los niños necesita experiencias reales y concretas para desarrollarse adecuadamente. El tiempo dedicado a las pantallas limita las oportunidades de aprendizaje del mundo real, lo que puede afectar negativamente su capacidad para resolver problemas, ejercitar la creatividad y desarrollar habilidades motoras. - Retraso en el desarrollo del lenguaje:
La exposición prolongada a las pantallas puede retrasar el desarrollo del lenguaje en los niños. Durante los primeros años de vida, los niños aprenden principalmente a través de la interacción social y el contacto humano. El uso excesivo de pantallas puede limitar estas interacciones, lo que afecta la adquisición del lenguaje y dificulta el desarrollo de habilidades de comunicación efectiva. - Problemas de atención y concentración:
El uso excesivo de pantallas puede contribuir a problemas de atención y concentración en los niños. La sobreestimulación visual y auditiva que ofrecen los dispositivos electrónicos puede dificultar que los niños mantengan la atención en tareas que requieren esfuerzo mental. Además, la constante disponibilidad de contenido rápido y cambiante puede crear una expectativa de gratificación instantánea, lo que dificulta el desarrollo de la paciencia y la capacidad de espera. - Impacto en el desarrollo socioemocional:
La interacción cara a cara con otros individuos es crucial para el desarrollo socioemocional de los niños. Las pantallas, al sustituir estas interacciones por relaciones virtuales, pueden limitar las habilidades de empatía, la comprensión de las emociones y la capacidad para establecer relaciones saludables. Además, el acceso a contenidos inapropiados o violentos en las pantallas puede afectar negativamente la salud mental y emocional de los niños.
Es importante resaltar además la vertiente adictiva que tienen las pantallas. En la mayoría de los casos, las aplicaciones se crean para mantenernos el mayor tiempo posible en ellas para invadirnos de publicidad. Si nos miramos un poco el ombligo, incluso, igual detectamos un exceso de su uso por nuestra parte. Pero que a edades tempranas esto ya suponga un problema, da para pensar largo y tendido. Como en realidad la invasión masiva de tecnología y niños nativos digitales son «»relativamente recientes», no será hasta dentro de unos años que veremos su impacto a largo plazo.
Si finalmente por necesidad de «malamadre» o «malpadre», de descanso mental, de tener una conversación entre adultos, o <<insértese aquí>> cualquier motivo para que los niños vean algo con una pantalla de por medio, al menos intentemos que el contenido sea lo más adecuado posible, sin violencia, favoreciendo la empatía, la interculturalidad, el aprendizaje y con la compañía de adultos que supervisen lo que se está viendo. Lo ideal sería una visión acompañada que les ayudara a entender mejor aquello que ven, pero de no ser así, al menos minimizar la posibilidad de que vean algo inapropiado.
Juguetes sin pantallas: la solución perfecta para estimular la imaginación de tus hijos
Como al final me he puesto un poco intensa, vamos con la publi 😉
Lo ideal a cualquier edad, pero más cuando nuestros peques son pequeños, valga la redundancia, es salir al campo, al bosque o a cualquier lugar de la naturaleza para jugar con palos y piedras, o al menos para respirar un aire lo más puro posible. Pero también es cierto que el juego simbólico es muy positivo y a partir de los 2 años aflora de manera importante.
En las jugueterías hay un sinfín de juguetes electrónicos que intentan emular los dispositivos que tenemos en casa. Afortunadamente, existen alternativas que fomentan el juego simbólico y reducen la exposición a las pantallas con juguetes de madera o en nuestro caso, de cartón.
El portátil kraft nació de las ansias de nuestro peque por tener un ordenador, es normal que al ver a los padres trabajar con ordenador, ellos también quieran uno. Así que creamos uno de cartón con pantalla de pizarra. Este juguete permite a los niños ejercitar su imaginación y creatividad al participar en juegos de simulación sin recurrir a pantallas electrónicas. Con esta opción, los niños pueden disfrutar de un juego interactivo y educativo, fomentando su desarrollo cognitivo y social de una manera más saludable.
Y por si quieres saber un poquito más, puedes consultar estas webs y artículos. Si conoces alguno interesante y más actual, estaré encantada de que lo compartas y lo leamos.
(1) https://www.sap.org.ar/docs/publicaciones/archivosarg/2021/v119n2a06.pdf